LAE – Capítulo 5 Luperca otea el horizonte

Buenos días, ¿cómo van?


Corría el año 1920 cuando a la espesura arbórea de la plaza 25 de mayo se le sumaba un monumento de altura: La Luperca o la loba romana. Con el clamor de voces diversas o simplemente embarcándonos en una corriente fuerte que llega de lejos, en este quinto capítulo les contamos sobre este primer monumento regalado a nuestra ciudad por la comunidad italiana.

 

La «loba capitolina» o lupa capitolina en italiano, se convertía en todo un símbolo de Roma allá por la Edad Media.  El homenaje, del otro lado del océano,  se da nada más ni nada menos a la salvadora de los fundadores de Roma; que según la historia tenían destinada una muerte segura por el rey Amulio.

 

El emplazamiento como regalo a Resistencia y al Territorio del Chaco, en cambio, se da en agradecimiento de la hospitalidad y en memoria de las familias que vinieron a poblar la colonia y que se fusionaron con naturalidad en nuestra ciudad.

¿Quién talló este símbolo histórico entre pendones, escudos y blasones? ¿De qué material se realizó esta loba que resiste las contingencias temporales hace 101 años?

 

Como si por libre asociación pudiera crear sentidos, profundizamos y recordamos esta obra.  Los invitamos a leer el capítulo completo acá click aquí.

 

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