Once capítulos hemos recorrido desde Fundación Urunday narrando el sinuoso camino que este calco del David de Miguel Ángel ha atravesado a lo largo de estos meses. La característica madre es, sin dudas, el esfuerzo mancomunado de gestores, artistas, diseñadores, empresas e ingenieros que pasaron dejando su huella y representando así la búsqueda principal que tiene la FU: hacer del arte un bien de todos. En este décimo primer capítulo conversamos con Andrés Palacios (PALACIOS HERMANOS S.A) y Fernando Barrios (BASA, desarrollo inmobiliario junto a Sebastián Sánchez), actores principales y hoy protagonistas de este último tramo que incluye el emplazamiento de esta afamada obra.

¿Cómo fue la vinculación con el proyecto y cuáles son las expectativas desde ahora para el emplazamiento del David?

Andrés Palacios

La vinculación con la fundación viene de la mano de Fabriciano y toda su historia, es una historia que comparto también con él en algún punto. Luego, en esta nueva gestión, la de Josese Eidman, fue fácil vincularnos con su nueva energía y como nosotros somos una empresa a su vez muy relacionada con la cultura y también con alguna responsabilidad social, nos interesa participar. De hecho, participamos activamente en muchas acciones, algunas se saben, otras no tanto, pero bueno, esta es muy pública y está buena.

¿Cuál es el trabajo que están realizando en este momento con respecto al David?

Andrés Palacios

Nosotros nos pusimos de acuerdo con el equipo que ya venía trabajando en el diseño y en el cálculo, a través de un par de reuniones que hemos tenido con Fernando Barrios y Sebastián Sánchez, los ahora responsables del proyecto, y llegamos a la conclusión de que nuestra participación estaría por el lado de la estructura metálica soporte que va vinculada a un cimiento que lo estaba ejecutando BASA con su empresa. Fabricamos ya, de hecho, la estructura metálica para la escultura y estamos esperando en los próximos días montar el David para terminar con nuestra intervención en esta acción. Es importante reconocer el rol que tienen tanto nuestros ingenieros como los trabajadores de la fábrica para lograr que esta estructura genere seguridad y fidelidad a una obra tan importante como es el David, con un proceso extenso que conlleva los máximos controles de seguridad y seguimiento.

¿Cuál es tu perspectiva personal con respecto a este pronto emplazamiento?

Andrés Palacios

Siempre es importante que todos los actores sociales, desde el vecino/a que puede estar cuidando una escultura hasta una empresa, como la nuestra, que puede colaborar con la instalación de una obra tan importante como esta. Uno de nuestros roles principales es integrar, siempre es bueno que haya un camino que se pueda transitar y que ese camino termine en algo positivo y que la gente lo reconozca. Todos necesitamos ir hacia un lugar y cuando hay una estructura como la Fundación Urunday los caminos por recorrer se transitan de manera más accesible.

¿Cuándo comenzó la relación de BASA con la FU?

Fernando Barrios

La relación de BASA, que tenemos junto a Sebastián Sánchez, con Fundación Urunday viene de hace unos cuantos años ya, todavía estaba Fabriciano, inclusive él nos nombró en su momento guardianes de las esculturas. Fue un lindo reconocimiento en ese momento. Y ahora, cuando había que emplazar esta obra, José me llama como para ver cómo se podían gestionar fondos por la vía privada. Entonces nos involucramos, aprovechando la confianza que tenemos en el proyecto, para ver, porque tenía un costo bastante elevado. Propusimos reformular un poco el proyecto técnicamente para poder adaptarlo a los costos. Hicimos ese trabajo, junto con la gente de la Facultad de Ingeniería y Marcos Scotta, en el estudio Trazzo. Luego de esas comunicaciones comprometimos los recursos de la empresa y nos pusimos a trabajar. También propusimos convocar a la gente de Palacios Hermanos ya que son especialistas en estructuras metálicas.

Fernando Barrios

Sebastián Sánchez

¿Cuál es su rol en este último tramo?

Fernando Barrios

Nos entusiasmamos con el proyecto rápidamente porque coincidimos tanto en valores como en esta idea que tenemos de aportar a la ciudad y a la provincia más para la posteridad. Un poco la intervención de BASA que hacemos con conocimiento técnico y algo de gestión también es conseguir el aporte de otras empresas como son Ferrancini Sanz y CUBO que pusieron algunos materiales como también la empresa Retak que consiguieron los bloques eso sumado a la gestión de Josese y Fundación Urunday como son las empresas de Bertonccini para mover la escultura y Hierros Líder.

Ahora estamos en obra hace dos semanas, junto a Sebastian mi socio y nuestro personal técnico, fue en realidad un trabajo bastante rápido porque nos tocó hacer toda la obra civil: hicimos la excavación y la demolición de los hormigones que estaban in situ, armamos todo lo que es mampostería de hierro, colamos el hormigón de la base ahí trajo Palacios hermanos la estructura metálica que armaron en el taller sobre la estructura que armamos nosotros. También armamos la mampostería con capa aisladora y revoque

y está dos hiladas antes de terminar porque tenemos que montar la escultura y fijarla a la estructura metálica para que tenga continuidad. Ahí lo que queda es hacer las terminaciones de todo el pilar, ese trabajo se va a hacer la semana que viene o la otra pues programamos básicamente no poner la escultura con tanto tiempo de anticipación para no tener que cuidarla tanto tiempo. Desde que se instala la escultura hasta que terminamos todos los trabajos de albañilería en la obra civil es una semana más, estarían terminados los trabajos unos 15 días antes de la inauguración, hasta ahí la intervención no es mucho más que eso bueno, a veces la gestión el conocimiento técnico tiene que ir de mano de la gestión, por eso priorizamos costos y tiempo con la idea de cambiar la estructura metálica y ese revestimiento de mampostería. Así se vuelve factible de gestionar.

¿Cuál crees que es el rol que debe ocupar el empresariado provincial con respecto a la cultura?

Fernando Barrios

En todas las profesiones, independientemente que la formación sea en el ámbito público o privado, creo que uno se forma para ocupar un rol determinado en la sociedad. Todas las profesiones o también los saberes tienen un rol social determinado, no pensarnos en esta idea del liberalismo donde nos vemos como individuos donde nuestras libertades son más importantes que las libertades colectivas. Creo que es mejor aportar al bienestar colectivo desde los saberes que adquirimos con recursos sociales; Porque yo me formé en la universidad pública como la mayoría de nosotros y no es una cuestión de devolver, sino de insertarse en la sociedad y formar parte. Uno sigue aprendiendo por interactuar socialmente ya que el beneficio es mutuo siempre, pero desde un compromiso. Todos estos proyectos e inclusive también los proyectos privados en los que uno participa existe el planteo ético de saber si uno participa para el bien común o no. En eso hay, tanto desde lo personal y desde lo institucional una coincidencia muy grande con Fundación Urunday porque creo que organiza, hace crecer y reproduce esos valores y siempre decimos con Jose que no es casualidad que terminamos aglutinándonos en este espacio muchas empresas e individuos.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto