Ingeniería Comunitaria

16 de noviembre, 2023 | Capítulo 30.9

En esta edición número nueve de L.A.E (La Aventura Escultórica) conversamos con los ingenieros encargados (y sus equipos) posibilitadores de llevar a cabo el proyecto “El David de Miguel Ángel en Chaco”: Jorge Marighetti, Ricardo Barrios D’ambra y Mario Eduardo De Bortoli nos compartieron detalles técnicos de cómo se llevaron a cabo partes fundamentales como la estructura y el túnel del viento que verificaron la seguridad del emplazamiento por venir.

Ricardo Barrios Dambra

Ricardo Barrios Dambra es Ingeniero Calculista de la Universidad Nacional del Nordeste. Ejerce como profesor Titular de Estabilidad II y Estabilidad III Facultad de Ingeniería UNNE. Es Especialista en Ingeniería Estructural, tiene Magíster en Mecánica Aplicada. También ejerce como Consejero Directivo Claustro Profesores Titulares.

Columna vertebral del David

 

Todo surgió a partir de la convocatoria de Josese Eidman, presidente de la Fundación Urunday, y Marcos Scotta, arquitecto del proyecto, quienes me convocaron a una reunión en la Fundación Urunday para mostrarme de que se trataba el proyecto. Mi sugerencia antes de comenzar al calco del David fue ponerle una estructura a la pieza para asegurarla. Nos conectamos con las artistas encargadas de la reproducción del calco en Buenos Aires y su equipo, nos pasaron un modelo 3D de la estructura donde debíamos colocar los tubos metálicos adentro para poder sujetar la obra, el espacio estaba muy limitado por la forma que tiene David y tampoco podíamos colocar el armazón después de hecha la misma. Comenzamos a trabajar instantáneamente y tuvimos varias reuniones de manera virtual con los otros equipos y logramos poner en común. A partir de eso hicimos una tentativa de cómo podía ser, superponíamos tanto la estructura como el David a ver si entraba o no la estructura, el proceso fue ida y vuelta ya que fue bastante complicado. Su fabricación también, uno puede prever cosas en el plan o en las computadoras, pero debíamos esperar hasta la concreción. La colaboración del herrero también simplificó algunas cosas, su realización debía hacerse por partes y posterior a esto no se podía soldar: Finalmente se hizo una primera etapa hasta la cintura más o menos, ellos se encargaron de lo que fue el contramolde en pedazos de impresión 3D que posteriormente se encastraban, nuestra tarea era no tocar nada del material de la escultura con la estructura para no deformar nada. El material de la estructura consiste en un tubo de hidráulica lo que se usa comúnmente en la hacienda, por otro lado lo que se utiliza en las viviendas se denominan tubos estructurales que son más anchos que los comunes y con más grosor. A partir de esta última fase podíamos avanzar en nuestra tarea y pensar en el impacto que podrían tener las cargas de viento o sobre la estructura, usualmente se usan algunos reglamentos de cálculo que existen pero son para carteles, para cosas más mundanas no una pieza artística como es el David. Si bien hice un precálculo con los reglamentos y dimensiones de la estructura y se empezó a construir con ese precálculo, después, mientras tanto encargamos al túnel de viento: se hizo un modelo en escala reducida de unos 60 centímetros de alto y se colocó sobre una plataforma con una especie de balanza que mide indirectamente el viento, sopla y mide la fuerza abajo e indirectamente la intensidad del viento, que corroboro lo que yo necesitaba el impacto de fuerzas externas sobre la estructura. Si bien no llevo tanto tiempo porque los cálculos los hice por mi lado, esto era como meter algo enorme dentro de un cuerpo. Tuve solo dos acercamientos con el ámbito escultórico, fue único para mi.

Jorge Marighetti

 

El Ingeniero Mecánico Jorge Omar Marighetti es Magíster en Ciencias de la Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la UNNE. Es profesor titular de materia Control automático de procesos de la Universidad Tecnológica Nacional desde 2007. También es profesor adjunto en Sistemas de control y coordinador del Laboratorio de Aerodinámica.

 

En diálogo con Jorge, quien coordinó el equipo de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, encargados de realizar las pruebas en el túnel del viento, herramienta experimental, necesaria para estudiar los efectos del flujo de aire sobre el David y los objetos que lo rodearan.

 

El proyecto comenzó con un acuerdo marco entre la Fundación Urunday y la Facultad de Ingeniería, la misma, con la función de asesoramiento técnico. En ese contexto se fijó una comisión de enlace entre los asesores técnicos y cuestiones de desarrollos. Desde el Laboratorio de Aerodinámica, y más específicamente junto al grupo de investigadores y técnicos participamos en todo este proyecto de instalación de esta obra de arte. Nuestro asesoramiento se orientó al área estructural de las cargas, sobre el análisis de cargas de viento, específicamente sobre la escultura del calco del David, también sus estructuras aledañas.

Túnel de viento

 

El laboratorio de aerodinámica tiene al túnel de viento atmosférico como su objeto más representativo, el mismo es un instrumento de medición de una apreciable magnitud en tamaño, donde se modela viento atmosférico, este modelado se utiliza para evaluar estructuras, consideradas siempre estructuras civiles. En este caso, la escultura del David es también considerada una estructura civil. La función del túnel del viento es evaluar principalmente las cargas que generan las corrientes de viento. Tenemos antecedentes, experiencias realizadas, análisis de estructuras civiles en la región: Chaco, Corrientes, así como en diversas partes del país. En el caso de la estructura del calco del David, se diseñó un modelo de la escultura, plataforma (estructura que lo soporta) y el pedestal. El David y su base alcanzan una altura de 8 metros, que es una altura apreciable para una estructura civil para analizar, es decir, una estructura baja, estructuralmente hablando. Cuando se realizaron los ensayos de carga de viento, se reprodujo toda la plaza donde está emplazado el calco, que son estructuras bastante sólidas y de grandes dimensiones, así como algunas estructuras vecinas, por ejemplo, parte del Domo del Centenario, el acceso al MusEUM, que también se reprodujo dentro del túnel de viento, en escala reducida. Ahí se analizaron las presiones que provoca el viento, las cargas globales y la fuerza que incide sobre la escultura, se analizaron cargas y presiones localizadas, se midieron, se procesaron, se analizaron el comportamiento de esas cargas, y en realidad, como dato para alimentar los cálculos estructurales realizados por mi colega, el ingeniero Barrios Dambra.

Diagnóstico

 

Los ensayos se realizaron en una escala en diez, de una copia exacta del calco del David, y se lo ensayó a una velocidad de viento máxima, dentro del túnel de viento, de 80 km por hora. Podríamos decir que es un viento que cubre el rango de viento que uno esperaría en esta región. Teniendo en cuenta el análisis que hemos hecho del lugar de emplazamiento, es una zona suburbana, relativamente protegida donde sí se generan vientos localizados por la zona donde estaría ubicada el emplazamiento David. Lo que comprueba nuestro estudio es la factibilidad que tiene de ser emplazada esta estructura civil; los resultados fueron positivos dentro de los rangos de seguridad. Las cargas obtenidas fueron ligeramente menores a lo que uno esperaría obtener de las normas de cálculos. Las muestras se obtienen a través de un ensayo físico, el mismo se basa en ciertas leyes de calamiento, que tiene una confiabilidad de un 85-90%. Teniendo en cuenta que el David es una figura escultórica humana, no es una figura regular, uno no podría encontrar una norma de viento según la posición, dado que son varias direcciones de viento que se mueven, según la situación del viento, la figura presenta un aspecto al viento muy distinto. Entonces el deseo de verificar y asegurar este proyecto desencadenó este ensayo.

Ciencia y tecnología

 

Es la primera vez que nos involucramos en el mundo del arte con nuestra disciplina, por ende fue un desafío. Justamente, como decíamos, es una figura humana, con una estructura aledaña soportándola, pero las únicas partes que se pueden concebir como estructuras civiles convencionales son la plataforma y el pedestal. No solo fue un desafío aportar a un proyecto escultórico, sino también el desafío fue la misma relación con la Fundación, porque de alguna manera nos incorporamos a una entidad cultural. Para nosotros no sólo fue novedoso, sino también algo muy interesante de abarcar, porque bueno, nosotros acostumbramos a estructuras civiles que generalmente son unas figuras regulares, muy grandes, que en escala son muy grandes, y esto era algo especial, especial socialmente, que implica una figura humana, con connotación de humanidad. Resulta así enriquecedor para nosotros, como laboratorio, como grupo de investigación, por supuesto, fue muy satisfactorio incorporarnos a esta área artístico-tecnológica. Claro, porque están separadas, pero son indispensables, especialmente, más que nada, la parte más científica, más de precisión. Como digo, las esculturas desde el punto de vista estructural, son de lo más variado. Nunca vamos a poder categorizar las esculturas en una línea estructural, no van a ser regulares. En este caso particular nada menos que el David escultura que también está a cielo abierto. El clima de acá es complejo. En cuanto a temperaturas, insisto, las velocidades de viento, no podría esperarse esta protección, pero se desarrollan tormentas en épocas cálidas en escala de vientos fuertes. Entonces, haber hecho el ensayo se justifica, además este ensayo de viento se hizo en un marco de colaboración con todas las áreas que trabajaron en este proyecto. Por ejemplo, el área muy cercana sería la arquitectura y la estructural, donde se fueron diseñando todo el ambiente aledaño, la plataforma, los bancos, ciertos lugares, que de alguna manera participan, participan, digo, en el tema de las cargas de viento, porque deforman el viento y actúa en consecuencia sobre el objeto de interés, que en este caso es el David.

De la gente para la gente

 

El variado grupo que se formó alrededor fue muy colaborativo, nuestro grupo se pudo sentir muy bien. Como digo, hay un montón de artistas, arquitectos, ingenieros, ingenieros estructuralistas, ingenieros hidráulicos, abogados. En un proyecto de esta magnitud, en un proyecto muy largo, de traer el calco, desarrollar el calco, pero tardó unos 80 años en verlo. Sí, claro. Entonces es un proyecto muy lindo, muy creativo, no sé si se lo imaginó Fabriciano en su momento, la magnitud de lo que disparó. Lo interesante del proyecto, de exhibir abiertamente, una escultura de ese tipo, la del David de Miguel Ángel, que es una estructura mundialmente conocida, así como la Piedad. Habilita un acceso muy masivo de la gente hacia la cultura. Tiene ese efecto de difundir la cultura, de democratizarla, de acercarla a la gente. De alguna manera, se extiende a la gente. Y es una ciudad que ya, Resistencia ya se ha impuesto como la ciudad de las esculturas. Esto sería una coronación. Uno ve la asociación que tiene la gente, que en cada lugar verde, en cada boulevard, en cada plaza, se encuentra con estas representaciones artísticas. Y lo asume naturalmente. A nadie se le ocurriría que falte alguna escultura.

Mario Eduardo de Bortoli

 

Mario Eduardo De Bortoli egresó de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) como Ingeniero en Construcciones en (1987), Ingeniero Hidráulico (1988) e Ingeniero Civil (1988).

Entre 1991/1992 finalizó del primer curso de postgrado realizado en la Facultad de Ingeniería de la UNNE con el título de “Especialista en Ingeniería Estructural”. Posteriormente, en 1997 recibió de la misma unidad académica el título de Magister en Mecánica Aplicada al Análisis y al Proyecto de Ingeniería.

Desde 1992 hasta la actualidad trabajó interrumpidamente en el Laboratorio de Aerodinámica del Departamento de Estabilidad de la Facultad de Ingeniería de la UNNE.

Se graduó en el año 2005 de la Carrera de Doctorado como “Doutor em Engenharia” en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS), Porto Alegre, Brasil. En 2016 realizó la carrera de “Maestría Internacional en Ingeniería y Negocio del Oil & Gas”, en la Universidad Internacional Isabel I (España).

Primeros contactos

 

Uno de los promotores de esto fue el arquitecto Monfardini que nos invita cuando se entera que se iba a hacer la reproducción del David, la obra de Miguel Ángel. Todo fue sorpresivo cuando me encontré con el proyecto porque fue algo en lo que nunca antes había trabajado. Inmediatamente encuentro una aplicación directa en la Facultad de Ingeniería que iba mucho más allá del asesoramiento que hacíamos hasta ese momento con las bienales y le digo que nuestra incidencia va a ser importante desde el punto de vista estructural. Esta participación de la Facultad de Ingeniería desde el rol como decano, yo lo veo mucho más amplio de lo que, es decir, nosotros también recibimos muchísimo, usualmente nosotros damos cuando veníamos acá y en la participación de la Mineral nuestra función primordial es dar soluciones, pero acá yo encontré otra cosa, una devolución, otra vinculación y una retroalimentación mucho más importante, porque los ingenieros usualmente nos automarginamos, porque venimos de las ciencias duras, matemáticas, física, química, sin embargo en los últimos años aparecieron una serie de ciencias blandas, llámese emprendedorismo, higiene y seguridad, recursos humanos, gestión empresarial, se fueron incorporando otras ciencias que permiten otro tipo de saberes en nuestra profesión.

Una relación virtuosa

 

Esta parte de nuestro apoyo se vincula por un lado a partir de los conocimientos científicos, desarrollo tecnológico elaborado por los proyectos de investigación, porque por ejemplo nuestro principal aporte sea en la área estructural dado la situación particular que va a estar al cielo abierto, por lo tanto expuesta a la inclemencia climática y alta temperatura en verano con lo cual los materiales sufren deformaciones, entonces había que estudiar cómo eso se podía articular a su regreso de esfuerzo, dadas las características geométricas, por un lado, y las dimensiones, por lo otro, una obra de 8 metros de altura, y también teníamos el túnel de viento, porque una de las fuerzas más relevantes a la que va a estar expuesta es el viento justamente, pero por esa particularidad geométrica era necesario hacer un ensayo en túnel de viento, nosotros tenemos un ensayo en túnel de viento a partir de la maestría y doctorado, por lo tanto encontramos ahí la justificación de la universidad en el vínculo con la sociedad. Y que hay una serie de ciencias blandas y duras también que se mezclan, y eso permite ampliar el espectro de actividad de la ingeniería. Entonces, el incorporar, y sobre todo esto del arte, incorporar el arte dentro de la ingeniería también permite que la comunidad no vea que la ingeniería es únicamente ciencia dura, sino que también tiene… Es incorporar un espectro de actividades que amplía la posibilidad de ejercer la profesión. Yo como decano tengo la obligación de forma permanente de ampliar el espectro de actividades para generar empatía en la comunidad que venga y se inscriba en la facultad de ingeniería. Entonces, para mí, esto del arte, descubrir la influencia también de la ingeniería en esto, de demostrarle a los estudiantes y a nuestros propios docentes que también tenemos ingeniería en la cultura, es un reto. Así que, por ese lado, para mí es un placer, aparte digamos, el hecho de ser partícipe de colocar una reproducción de la obra de David, un escultor como Miguel Ángel, que pertenece ya a la historia universal del arte.

Consecuencias de un emplazamiento

 

Permite por un lado darle un valor agregado a la Bienal. Para mí va a haber un antes y un después por el valor histórico que tiene el David. Somos partícipes, en representación de la Facultad de Ingeniería, estoy hablando de ser partícipe, de darle un valor agregado a la ciudad de Resistencia, que es conocida como la ciudad de las esculturas. Estamos hablando de una referencia obligada ni siquiera a nivel nacional sino a nivel internacional. Esto representa para mí una síntesis virtuosa porque logra juntar la ciencia con el arte y la cultura. Y también entiendo que es una excusa válida porque integra instituciones intermedias como vendría a ser la facultad de ingeniería en esto de desarrollar el arte y la cultura en la ciudad. Entonces, esos dos aspectos se vinculan también. Yo lo encuentro fuertemente relacionado con la facultad de ingeniería, y es la importancia que le doy. Uno podría también analizar varias aristas o consecuencias, cuáles serían las consecuencias de tener el David. Y voy a mencionar algunas que están íntimamente vinculadas con la ingeniería. Por un lado, como mencionamos hoy, el conocimiento científico y la referencia tecnológica aplicada a una obra de arte donde el ingeniero no participaba. Eso ubica a la facultad de ingeniería como nosotros queremos ubicarla como partícipe casi obligado en el desarrollo de la cultura y de la necesidad de la región. Esto de ampliar el ejercicio profesional a un área no estrechamente vinculada con las ciencias duras, sino con las ciencias blandas, y que la comunidad vea que eso también significa aplicación profesional en la ingeniería civil, es muy importante. Y un tercero tiene que ver con respecto a la ubicación del David. La ubicación del David va a ser un lugar público y gratuito, es decir, masivo. Y la universidad sabe de masividad, porque nosotros somos una universidad pública, no arancelada y de ingreso irrestricto. Ahí hay otra unión, nada más que la unión del espacio público abierto permite a la ciudadanía transformar lo que una vez cultura en cultura. La cultura de por sí es algo rígido, estático, una creación de un objeto, pero en la medida que yo me posesiono de eso, tomó posesión, lo convierto en algo dinámico y se convierte en parte de la cultura. El hecho de observar eso y que la facultad haya sido una parte importante de eso, genera la apropiación por parte de la comunidad, la interpretación de los fenómenos, te obliga a leer, a buscar con las herramientas tecnológicas.

Por el bien común

 

Permite por un lado darle un valor agregado a la Bienal. Para mí va a haber un antes y un después por el valor histórico que tiene el David. Somos partícipes, en representación de la Facultad de Ingeniería, estoy hablando de ser partícipe, de darle un valor agregado a la ciudad de Resistencia, que es conocida como la ciudad de las esculturas. Estamos hablando de una referencia obligada ni siquiera a nivel nacional sino a nivel internacional. Esto representa para mí una síntesis virtuosa porque logra juntar la ciencia con el arte y la cultura. Y también entiendo que es una excusa válida porque integra instituciones intermedias como vendría a ser la facultad de ingeniería en esto de desarrollar el arte y la cultura en la ciudad. Entonces, esos dos aspeEs importante que la comunidad tome posesión de la obra en sí, porque la va a poder interpretar. Nosotros en mi época leíamos viejos libros de historia donde estaban los gráficos, sin embargo, ahora al poder verlos y tener las herramientas que hay de comunicación, cada uno va a poder interpretar algún rasgo distintivo y hacerse una idea de la importancia histórica. Ahí es cuando se toma posesión, comienza a circular comentario, intercambio, y eso en principio nos pone optimistas, que vamos a tener una sociedad cada vez más reflexiva, más crítica, vamos a poder democratizar el conocimiento, vamos a tener una sociedad más igualitaria. Yo estoy convencido de que la consecuencia de esto, de cada acto de eso donde se genera el trasvasamiento de algo estático en cultura, permite una sociedad que tiende a disminuir la inequidad. Esto tiene que ver con la ciencia, con el espíritu reflexivo, poder debatir con otro, poder suponer un escenario de esa obra, de cómo se la hizo, y ahí es cuando para mí se forma la cultura.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

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16 de noviembre, 2023 | Capítulo 30.9

En esta edición número nueve de L.A.E (La Aventura Escultórica) conversamos con los ingenieros encargados (y sus equipos) posibilitadores de llevar a cabo el proyecto “El David de Miguel Ángel en Chaco”: Jorge Marighetti, Ricardo Barrios D’ambra y Mario Eduardo De Bortoli nos compartieron detalles técnicos de cómo se llevaron a cabo partes fundamentales como la estructura y el túnel del viento que verificaron la seguridad del emplazamiento por venir.

Ricardo Barrios Dambra

Ricardo Barrios Dambra es Ingeniero Calculista de la Universidad Nacional del Nordeste. Ejerce como profesor Titular de Estabilidad II y Estabilidad III Facultad de Ingeniería UNNE. Es Especialista en Ingeniería Estructural, tiene Magíster en Mecánica Aplicada. También ejerce como Consejero Directivo Claustro Profesores Titulares.

Columna vertebral del David

 

Todo surgió a partir de la convocatoria de Josese Eidman, presidente de la Fundación Urunday, y Marcos Scotta, arquitecto del proyecto, quienes me convocaron a una reunión en la Fundación Urunday para mostrarme de que se trataba el proyecto. Mi sugerencia antes de comenzar al calco del David fue ponerle una estructura a la pieza para asegurarla. Nos conectamos con las artistas encargadas de la reproducción del calco en Buenos Aires y su equipo, nos pasaron un modelo 3D de la estructura donde debíamos colocar los tubos metálicos adentro para poder sujetar la obra, el espacio estaba muy limitado por la forma que tiene David y tampoco podíamos colocar el armazón después de hecha la misma. Comenzamos a trabajar instantáneamente y tuvimos varias reuniones de manera virtual con los otros equipos y logramos poner en común. A partir de eso hicimos una tentativa de cómo podía ser, superponíamos tanto la estructura como el David a ver si entraba o no la estructura, el proceso fue ida y vuelta ya que fue bastante complicado. Su fabricación también, uno puede prever cosas en el plan o en las computadoras, pero debíamos esperar hasta la concreción. La colaboración del herrero también simplificó algunas cosas, su realización debía hacerse por partes y posterior a esto no se podía soldar: Finalmente se hizo una primera etapa hasta la cintura más o menos, ellos se encargaron de lo que fue el contramolde en pedazos de impresión 3D que posteriormente se encastraban, nuestra tarea era no tocar nada del material de la escultura con la estructura para no deformar nada. El material de la estructura consiste en un tubo de hidráulica lo que se usa comúnmente en la hacienda, por otro lado lo que se utiliza en las viviendas se denominan tubos estructurales que son más anchos que los comunes y con más grosor. A partir de esta última fase podíamos avanzar en nuestra tarea y pensar en el impacto que podrían tener las cargas de viento o sobre la estructura, usualmente se usan algunos reglamentos de cálculo que existen pero son para carteles, para cosas más mundanas no una pieza artística como es el David. Si bien hice un precálculo con los reglamentos y dimensiones de la estructura y se empezó a construir con ese precálculo, después, mientras tanto encargamos al túnel de viento: se hizo un modelo en escala reducida de unos 60 centímetros de alto y se colocó sobre una plataforma con una especie de balanza que mide indirectamente el viento, sopla y mide la fuerza abajo e indirectamente la intensidad del viento, que corroboro lo que yo necesitaba el impacto de fuerzas externas sobre la estructura. Si bien no llevo tanto tiempo porque los cálculos los hice por mi lado, esto era como meter algo enorme dentro de un cuerpo. Tuve solo dos acercamientos con el ámbito escultórico, fue único para mi.

Jorge Marighetti

 

El Ingeniero Mecánico Jorge Omar Marighetti es Magíster en Ciencias de la Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la UNNE. Es profesor titular de materia Control automático de procesos de la Universidad Tecnológica Nacional desde 2007. También es profesor adjunto en Sistemas de control y coordinador del Laboratorio de Aerodinámica.

 

En diálogo con Jorge, quien coordinó el equipo de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, encargados de realizar las pruebas en el túnel del viento, herramienta experimental, necesaria para estudiar los efectos del flujo de aire sobre el David y los objetos que lo rodearan.

 

El proyecto comenzó con un acuerdo marco entre la Fundación Urunday y la Facultad de Ingeniería, la misma, con la función de asesoramiento técnico. En ese contexto se fijó una comisión de enlace entre los asesores técnicos y cuestiones de desarrollos. Desde el Laboratorio de Aerodinámica, y más específicamente junto al grupo de investigadores y técnicos participamos en todo este proyecto de instalación de esta obra de arte. Nuestro asesoramiento se orientó al área estructural de las cargas, sobre el análisis de cargas de viento, específicamente sobre la escultura del calco del David, también sus estructuras aledañas.

Túnel de viento

 

El laboratorio de aerodinámica tiene al túnel de viento atmosférico como su objeto más representativo, el mismo es un instrumento de medición de una apreciable magnitud en tamaño, donde se modela viento atmosférico, este modelado se utiliza para evaluar estructuras, consideradas siempre estructuras civiles. En este caso, la escultura del David es también considerada una estructura civil. La función del túnel del viento es evaluar principalmente las cargas que generan las corrientes de viento. Tenemos antecedentes, experiencias realizadas, análisis de estructuras civiles en la región: Chaco, Corrientes, así como en diversas partes del país. En el caso de la estructura del calco del David, se diseñó un modelo de la escultura, plataforma (estructura que lo soporta) y el pedestal. El David y su base alcanzan una altura de 8 metros, que es una altura apreciable para una estructura civil para analizar, es decir, una estructura baja, estructuralmente hablando. Cuando se realizaron los ensayos de carga de viento, se reprodujo toda la plaza donde está emplazado el calco, que son estructuras bastante sólidas y de grandes dimensiones, así como algunas estructuras vecinas, por ejemplo, parte del Domo del Centenario, el acceso al MusEUM, que también se reprodujo dentro del túnel de viento, en escala reducida. Ahí se analizaron las presiones que provoca el viento, las cargas globales y la fuerza que incide sobre la escultura, se analizaron cargas y presiones localizadas, se midieron, se procesaron, se analizaron el comportamiento de esas cargas, y en realidad, como dato para alimentar los cálculos estructurales realizados por mi colega, el ingeniero Barrios Dambra.

Diagnóstico

 

Los ensayos se realizaron en una escala en diez, de una copia exacta del calco del David, y se lo ensayó a una velocidad de viento máxima, dentro del túnel de viento, de 80 km por hora. Podríamos decir que es un viento que cubre el rango de viento que uno esperaría en esta región. Teniendo en cuenta el análisis que hemos hecho del lugar de emplazamiento, es una zona suburbana, relativamente protegida donde sí se generan vientos localizados por la zona donde estaría ubicada el emplazamiento David. Lo que comprueba nuestro estudio es la factibilidad que tiene de ser emplazada esta estructura civil; los resultados fueron positivos dentro de los rangos de seguridad. Las cargas obtenidas fueron ligeramente menores a lo que uno esperaría obtener de las normas de cálculos. Las muestras se obtienen a través de un ensayo físico, el mismo se basa en ciertas leyes de calamiento, que tiene una confiabilidad de un 85-90%. Teniendo en cuenta que el David es una figura escultórica humana, no es una figura regular, uno no podría encontrar una norma de viento según la posición, dado que son varias direcciones de viento que se mueven, según la situación del viento, la figura presenta un aspecto al viento muy distinto. Entonces el deseo de verificar y asegurar este proyecto desencadenó este ensayo.

Ciencia y tecnología

 

Es la primera vez que nos involucramos en el mundo del arte con nuestra disciplina, por ende fue un desafío. Justamente, como decíamos, es una figura humana, con una estructura aledaña soportándola, pero las únicas partes que se pueden concebir como estructuras civiles convencionales son la plataforma y el pedestal. No solo fue un desafío aportar a un proyecto escultórico, sino también el desafío fue la misma relación con la Fundación, porque de alguna manera nos incorporamos a una entidad cultural. Para nosotros no sólo fue novedoso, sino también algo muy interesante de abarcar, porque bueno, nosotros acostumbramos a estructuras civiles que generalmente son unas figuras regulares, muy grandes, que en escala son muy grandes, y esto era algo especial, especial socialmente, que implica una figura humana, con connotación de humanidad. Resulta así enriquecedor para nosotros, como laboratorio, como grupo de investigación, por supuesto, fue muy satisfactorio incorporarnos a esta área artístico-tecnológica. Claro, porque están separadas, pero son indispensables, especialmente, más que nada, la parte más científica, más de precisión. Como digo, las esculturas desde el punto de vista estructural, son de lo más variado. Nunca vamos a poder categorizar las esculturas en una línea estructural, no van a ser regulares. En este caso particular nada menos que el David escultura que también está a cielo abierto. El clima de acá es complejo. En cuanto a temperaturas, insisto, las velocidades de viento, no podría esperarse esta protección, pero se desarrollan tormentas en épocas cálidas en escala de vientos fuertes. Entonces, haber hecho el ensayo se justifica, además este ensayo de viento se hizo en un marco de colaboración con todas las áreas que trabajaron en este proyecto. Por ejemplo, el área muy cercana sería la arquitectura y la estructural, donde se fueron diseñando todo el ambiente aledaño, la plataforma, los bancos, ciertos lugares, que de alguna manera participan, participan, digo, en el tema de las cargas de viento, porque deforman el viento y actúa en consecuencia sobre el objeto de interés, que en este caso es el David.

De la gente para la gente

 

El variado grupo que se formó alrededor fue muy colaborativo, nuestro grupo se pudo sentir muy bien. Como digo, hay un montón de artistas, arquitectos, ingenieros, ingenieros estructuralistas, ingenieros hidráulicos, abogados. En un proyecto de esta magnitud, en un proyecto muy largo, de traer el calco, desarrollar el calco, pero tardó unos 80 años en verlo. Sí, claro. Entonces es un proyecto muy lindo, muy creativo, no sé si se lo imaginó Fabriciano en su momento, la magnitud de lo que disparó. Lo interesante del proyecto, de exhibir abiertamente, una escultura de ese tipo, la del David de Miguel Ángel, que es una estructura mundialmente conocida, así como la Piedad. Habilita un acceso muy masivo de la gente hacia la cultura. Tiene ese efecto de difundir la cultura, de democratizarla, de acercarla a la gente. De alguna manera, se extiende a la gente. Y es una ciudad que ya, Resistencia ya se ha impuesto como la ciudad de las esculturas. Esto sería una coronación. Uno ve la asociación que tiene la gente, que en cada lugar verde, en cada boulevard, en cada plaza, se encuentra con estas representaciones artísticas. Y lo asume naturalmente. A nadie se le ocurriría que falte alguna escultura.

Mario Eduardo de Bortoli

 

Mario Eduardo De Bortoli egresó de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) como Ingeniero en Construcciones en (1987), Ingeniero Hidráulico (1988) e Ingeniero Civil (1988).

Entre 1991/1992 finalizó del primer curso de postgrado realizado en la Facultad de Ingeniería de la UNNE con el título de “Especialista en Ingeniería Estructural”. Posteriormente, en 1997 recibió de la misma unidad académica el título de Magister en Mecánica Aplicada al Análisis y al Proyecto de Ingeniería.

Desde 1992 hasta la actualidad trabajó interrumpidamente en el Laboratorio de Aerodinámica del Departamento de Estabilidad de la Facultad de Ingeniería de la UNNE.

Se graduó en el año 2005 de la Carrera de Doctorado como “Doutor em Engenharia” en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS), Porto Alegre, Brasil. En 2016 realizó la carrera de “Maestría Internacional en Ingeniería y Negocio del Oil & Gas”, en la Universidad Internacional Isabel I (España).

Primeros contactos

 

Uno de los promotores de esto fue el arquitecto Monfardini que nos invita cuando se entera que se iba a hacer la reproducción del David, la obra de Miguel Ángel. Todo fue sorpresivo cuando me encontré con el proyecto porque fue algo en lo que nunca antes había trabajado. Inmediatamente encuentro una aplicación directa en la Facultad de Ingeniería que iba mucho más allá del asesoramiento que hacíamos hasta ese momento con las bienales y le digo que nuestra incidencia va a ser importante desde el punto de vista estructural. Esta participación de la Facultad de Ingeniería desde el rol como decano, yo lo veo mucho más amplio de lo que, es decir, nosotros también recibimos muchísimo, usualmente nosotros damos cuando veníamos acá y en la participación de la Mineral nuestra función primordial es dar soluciones, pero acá yo encontré otra cosa, una devolución, otra vinculación y una retroalimentación mucho más importante, porque los ingenieros usualmente nos automarginamos, porque venimos de las ciencias duras, matemáticas, física, química, sin embargo en los últimos años aparecieron una serie de ciencias blandas, llámese emprendedorismo, higiene y seguridad, recursos humanos, gestión empresarial, se fueron incorporando otras ciencias que permiten otro tipo de saberes en nuestra profesión.

Una relación virtuosa

 

Esta parte de nuestro apoyo se vincula por un lado a partir de los conocimientos científicos, desarrollo tecnológico elaborado por los proyectos de investigación, porque por ejemplo nuestro principal aporte sea en la área estructural dado la situación particular que va a estar al cielo abierto, por lo tanto expuesta a la inclemencia climática y alta temperatura en verano con lo cual los materiales sufren deformaciones, entonces había que estudiar cómo eso se podía articular a su regreso de esfuerzo, dadas las características geométricas, por un lado, y las dimensiones, por lo otro, una obra de 8 metros de altura, y también teníamos el túnel de viento, porque una de las fuerzas más relevantes a la que va a estar expuesta es el viento justamente, pero por esa particularidad geométrica era necesario hacer un ensayo en túnel de viento, nosotros tenemos un ensayo en túnel de viento a partir de la maestría y doctorado, por lo tanto encontramos ahí la justificación de la universidad en el vínculo con la sociedad. Y que hay una serie de ciencias blandas y duras también que se mezclan, y eso permite ampliar el espectro de actividad de la ingeniería. Entonces, el incorporar, y sobre todo esto del arte, incorporar el arte dentro de la ingeniería también permite que la comunidad no vea que la ingeniería es únicamente ciencia dura, sino que también tiene… Es incorporar un espectro de actividades que amplía la posibilidad de ejercer la profesión. Yo como decano tengo la obligación de forma permanente de ampliar el espectro de actividades para generar empatía en la comunidad que venga y se inscriba en la facultad de ingeniería. Entonces, para mí, esto del arte, descubrir la influencia también de la ingeniería en esto, de demostrarle a los estudiantes y a nuestros propios docentes que también tenemos ingeniería en la cultura, es un reto. Así que, por ese lado, para mí es un placer, aparte digamos, el hecho de ser partícipe de colocar una reproducción de la obra de David, un escultor como Miguel Ángel, que pertenece ya a la historia universal del arte.

Consecuencias de un emplazamiento

 

Permite por un lado darle un valor agregado a la Bienal. Para mí va a haber un antes y un después por el valor histórico que tiene el David. Somos partícipes, en representación de la Facultad de Ingeniería, estoy hablando de ser partícipe, de darle un valor agregado a la ciudad de Resistencia, que es conocida como la ciudad de las esculturas. Estamos hablando de una referencia obligada ni siquiera a nivel nacional sino a nivel internacional. Esto representa para mí una síntesis virtuosa porque logra juntar la ciencia con el arte y la cultura. Y también entiendo que es una excusa válida porque integra instituciones intermedias como vendría a ser la facultad de ingeniería en esto de desarrollar el arte y la cultura en la ciudad. Entonces, esos dos aspectos se vinculan también. Yo lo encuentro fuertemente relacionado con la facultad de ingeniería, y es la importancia que le doy. Uno podría también analizar varias aristas o consecuencias, cuáles serían las consecuencias de tener el David. Y voy a mencionar algunas que están íntimamente vinculadas con la ingeniería. Por un lado, como mencionamos hoy, el conocimiento científico y la referencia tecnológica aplicada a una obra de arte donde el ingeniero no participaba. Eso ubica a la facultad de ingeniería como nosotros queremos ubicarla como partícipe casi obligado en el desarrollo de la cultura y de la necesidad de la región. Esto de ampliar el ejercicio profesional a un área no estrechamente vinculada con las ciencias duras, sino con las ciencias blandas, y que la comunidad vea que eso también significa aplicación profesional en la ingeniería civil, es muy importante. Y un tercero tiene que ver con respecto a la ubicación del David. La ubicación del David va a ser un lugar público y gratuito, es decir, masivo. Y la universidad sabe de masividad, porque nosotros somos una universidad pública, no arancelada y de ingreso irrestricto. Ahí hay otra unión, nada más que la unión del espacio público abierto permite a la ciudadanía transformar lo que una vez cultura en cultura. La cultura de por sí es algo rígido, estático, una creación de un objeto, pero en la medida que yo me posesiono de eso, tomó posesión, lo convierto en algo dinámico y se convierte en parte de la cultura. El hecho de observar eso y que la facultad haya sido una parte importante de eso, genera la apropiación por parte de la comunidad, la interpretación de los fenómenos, te obliga a leer, a buscar con las herramientas tecnológicas.

Por el bien común

 

Permite por un lado darle un valor agregado a la Bienal. Para mí va a haber un antes y un después por el valor histórico que tiene el David. Somos partícipes, en representación de la Facultad de Ingeniería, estoy hablando de ser partícipe, de darle un valor agregado a la ciudad de Resistencia, que es conocida como la ciudad de las esculturas. Estamos hablando de una referencia obligada ni siquiera a nivel nacional sino a nivel internacional. Esto representa para mí una síntesis virtuosa porque logra juntar la ciencia con el arte y la cultura. Y también entiendo que es una excusa válida porque integra instituciones intermedias como vendría a ser la facultad de ingeniería en esto de desarrollar el arte y la cultura en la ciudad. Entonces, esos dos aspeEs importante que la comunidad tome posesión de la obra en sí, porque la va a poder interpretar. Nosotros en mi época leíamos viejos libros de historia donde estaban los gráficos, sin embargo, ahora al poder verlos y tener las herramientas que hay de comunicación, cada uno va a poder interpretar algún rasgo distintivo y hacerse una idea de la importancia histórica. Ahí es cuando se toma posesión, comienza a circular comentario, intercambio, y eso en principio nos pone optimistas, que vamos a tener una sociedad cada vez más reflexiva, más crítica, vamos a poder democratizar el conocimiento, vamos a tener una sociedad más igualitaria. Yo estoy convencido de que la consecuencia de esto, de cada acto de eso donde se genera el trasvasamiento de algo estático en cultura, permite una sociedad que tiende a disminuir la inequidad. Esto tiene que ver con la ciencia, con el espíritu reflexivo, poder debatir con otro, poder suponer un escenario de esa obra, de cómo se la hizo, y ahí es cuando para mí se forma la cultura.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

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