Cartografía de acceso

Marcos Scotta y José Inglant

07 de octubre, 2023 | Capítulo 30.8

Ocho ediciones han transcurrido de lo que la Fundación Urunday llama LAE (La Aventura Escultórica), ocho ediciones en las que, de manera cronológica, se ha narrado la historia de la unión académica, humana y tecnológica que conllevó la llegada del calco del David a Resistencia. En esta edición estuvieron en diálogo con Marcos Scotta y José Inglant, arquitectos de la UNNE (Universidad Nacional del Nordeste), encargados de diseñar y, prontamente, ejecutar la obra de emplazamiento que va a rodear a este mítico calco.

 

Tanto José como Marcos son arquitectos y forman parte del equipo que la Fundación Urunday eligió para rodear al David. José Inglant es arquitecto egresado de la UNNE, profesor en Docencia Superior/Disciplinas Industriales de la UTN como también Consultor en Accesibilidad Universal – Universidad Internacional de Catalunya. Marcos Scotta, también egresado en UNNE, como arquitecto, es coordinador institucional en el IPDUV, Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda.

 

Los planos, la cartografía, el acceso, fueron temas que se abordaron en conversación con los arquitectos. La posibilidad de rodear al David desde una perspectiva didáctica como también permitir la accesibilidad a personas con discapacidades diferentes, intentando lograr así una unión vinculada a la democratización del arte en nuestra ciudad.

 

 

¿Cómo fueron los primeros momentos?

En diálogo con el arquitecto Marcos Scotta

 

El primer gran asombro dentro del Estudio Trazzo -estudio de arquitectura, diseño y paisajismo que tenemos con la arquitecta Analía Carrizo-, fue la llamada de Josese y Mimo Eidman. Ambos nos convocaron a tener una reunión para comentarnos sobre un trabajo que hacer. En la misma, me contaron toda la historia, desde la gestión de Fabriciano hasta los planes de concreción que implicaba traer un calco del David a Resistencia. Lo que teníamos que hacer era ubicarlo, hacer la base, ahí comenzó la gestión. Ya acostumbrados a la pasión con que trabajaba Fabriciano y su indudable determinación para concretar ideas; si bien no había recursos económicos para hacer algo más, ya era un desafío ubicarlo así que comenzamos a trabajar.

 

En el estudio planteé lo que teníamos que hacer: diseñar en el lugar, una base para el David, dónde estaría ubicado. Sabíamos que eso sería entre la Galería de Acceso y el Domo, un espacio de 1600 metros cuadrados. Cómo iba a ser un espacio solo para él, pensé que merecía algo más interesante, digamos, un espacio más amplio. Ahí fue cuando empezamos a trabajar en equipo, a buscar antecedentes. Pensamos
hasta en una suerte de cinta que recorría y envolvía y que llegaba hasta la altura
de la cabeza del calco, cosas así. Fue una fuente increíble de inspiración que se tratase de un proyecto que involucre al David de Miguel Ángel, siempre con mucho
hincapié en que sea accesible para todos. Como quería Fabriciano realmente, que llegue a nuestro pueblo y que todos lo disfrutemos, eso fue más o menos el motor.

¿Qué ideas surgieron?

Marcos Scotta y la arquitecta Analía Carrizo

 

Luego de varias reuniones en la FU comenzamos a tener las primeras ideas, hicimos tres o cuatro alternativas de una suerte de plazoleta, pensamos en cómo trasladamos una obra de Italia a Resistencia, cómo logramos esa relación entre una obra renacentista y el trazado de Resistencia, y concluimos en que mucho tenían que ver entre sí. Fue nuestra conclusión porque es una ciudad que tiene un gran espacio central, la plaza, que alrededor se generan los edificios principales, que tiene grandes espacios verdes con avenida, ese trazado en damero, digamos, tiene mucho de esa época renacentista.

 

El David fue la primera obra que se pudo recorrer en movimiento, fue la primera que se pudo visualizar a 360 grados. Antes no se la podía recorrer, se la veía solo de frente. También analizamos el escorzo: es la exageración de ciertos rasgos, digamos, la mirada así como contrapicada, que al exagerar ciertos rasgos es como que te da la idea de que se está moviendo. Por ejemplo, cuando uno saca una foto y la mano que está al frente se ve más grande en la cámara, entonces es más realista. Esto nos llevaba a pensar que teníamos que tener no solo uno, sino varios puntos de vista entonces generamos en el plano otro círculo, como una segunda circunferencia, que permitía ya permanecer, no tanto circular solamente, sino poder estar con estares, con el equipamiento urbano, que se pueda sentar y contemplar la obra.

 

La obra tiene demasiados detalles, entonces decidimos aprovechar la luz del día, tratamos de girar la obra más o menos en función también de nuestro recorrido del sol, de sus orientaciones. Ese espacio central que en una primera propuesta fue cuadrado, después terminó en círculo porque lo entendemos como la plaza central, necesitamos circular. Un poco surgió de la inspiración de la plaza y las cuatro avenidas que son como dos ejes que quizás estén iluminadas con alguna pintura fotoluminiscente, con la idea de que se marquen esos dos ejes que serían como 9 de julio, 25 de mayo, Sarmiento y Alberdi.
Y los estares serían ya como la ciudad que se va desplegando alrededor. Es muy especial trabajar para este proyecto ya que nosotros como arquitectos estamos acostumbrados que nos contraten para hacer obras si bien hicimos desde parque, crematorio, comercio, decoración en el interior, en este caso se trata de una escultura y a partir de la escultura generar el emplazamiento y trasladarla acá, es un gran desafío.

 

El chaqueño está acostumbrado a convivir con las obras, el calco del David es otra forma de obra, más grande y conlleva un emplazamiento sobre plinto, durante todo el proyecto respetemos la forma en que está concebida. La gente se va a arrimar, va a tocar la base o se va a sentar a tomar un mate y contemplarla, porque como diría Fabriciano, me encanta que pase eso, que la gente conviva con formas utilitarias que son diseñadas para la ciudad y su gente, que se haga uso de esos espacios. Respecto al equipamiento urbano planteamos que no se trate de un banco común, sino que también sea una suerte de formas utilitarias, que tengan cierta belleza.

 

Además del agregado de lo que significa el David, la lucha del más débil contra el gigante, me parece un momento espectacular para que llegue a nuestro Chaco tan golpeado, a la Argentina una obra tan emblemática.

Estudio Trazzo, su coralidad

 

En el estudio somos como una familia de arquitectos y proyectos de arquitectos: Los directores a cargo Arq. Marcos Scotta y Arq. Analia Carrizo. Proyectistas: Paula Scotta, Marcos D. Scotta, Micaela Feldmann, Pedro Jeraldo, Facundo R. Zacarias y Elisa Ayala Alvaredo. Gestiones: Arq. Diego Gimenez. Asesor: Arq. Enrique Graffunder. A su vez, un montón de chicos profesionales y estudiantes de arquitectura pasan por Estudio Trazzo, participan de proyectos fijos y otros son contratados para proyectos más específicos. Para el emplazamiento del David cada integrante del equipo profundizó en una arista del proyecto: Pedro hizo toda la parte de documentación, Paula trabajó mucho en el diseño, Facundo hizo sus aportes también. Siempre tratamos de hacer una puesta en común, hacemos ruedas, nos sentamos, charlamos y lo ponemos en la pantalla grande, incluso con otros colegas que nos hacen sus aportes.
Como tanto Analía, como yo somos profesores de la Universidad, el espacio está siempre abierto a estudiantes que quieren aprender, muchas veces realizan sus pasantías acá o vienen a visitar y pedir información. Nosotros aprendemos mucho de ellos también.
El espacio está signado por la base del respeto y la generación de ideas se da ya que manejamos todos los mismos cánones, sobre todo, respeto a la naturaleza, respeto a las tradiciones y a lo cultural. Por ahí somos medio transgresores con las reglas existentes, esa es más o menos la idea del estudio.

 

Hoy cuesta mucho que trabajen en equipo, que el aparatito este (celular) nos volvió muy
individualista, discutimos cómo todo, porque hay que ponerse de acuerdo, pero que no aprendan a ceder y a aceptar y que tenemos que unificar y que no es ni blanco ni negro, sino que hay un montón de gama de grises y que por alguno de esos grises quedamos.

Transdisciplinariedad en el David

 

Tener la posibilidad de trabajar con tantas personas de tan variadas disciplinas es muy rico, tanta gente que con su técnica puso un granito de arena para que esto siga surgiendo. Hacer un proyecto seguro, de semejante altura, testigo de nuestro clima, es realmente es un buen desafío. Es una experiencia que no lo vamos a olvidar nunca, es un antes y un después esta experiencia.
Personalmente creo que el David va a generar el efecto Guggenheim. El mismo consiste en la experiencia de Bilbao, España su alcalde, cuando la ciudad estaba en decadencia, contrató a un arquitecto para hacer un museo. Quería que la ciudad cambie y a partir de ahí la ciudad empezó a crecer. Tanto un museo como una obra trascendental como es David,
trae cambios, y me parece que esto bien tomado desde lo cultural más que desde
lo político, con buenas políticas, me parece que posibilita y es la esperanza que
traiga turismo al Chaco.

¿Cómo definirías tu rol en el proyecto?

José Inglant

 

Mi profesión es arquitecto y trabajo en el Ministerio de Educación. Soy director de un área que se llama verificación de edificios escolares. Por una vinculación laboral, esta dirección es la que hace la habilitación de este tipo de instituciones. Es muy específico y, dentro de la arquitectura, la accesibilidad es una disciplina especial: la accesibilidad que puede tener un objeto, un medio o un sistema, es una condición que hace que se incluya a las personas con discapacidad para poder evitar lo que se llaman las barreras que las limitan, se entiende que la persona con discapacidad encuentra las limitaciones en el entorno, no en sí mismo.

 

Nuestra función como arquitectos trabajando para la accesibilidad es justamente eliminar esas barreras, fortalecer la inclusión. La forma más sencilla de verlo es con las rampas, los sanitarios adaptados, eso es lo que más se ve, pero la accesibilidad va más allá. Puedo llegar a hacer una discriminación positiva por supuesto, establecer bien que es la accesibilidad y sus diferentes aristas: la motora, por ejemplo, que refiere a las facilitaciones para las personas que tienen discapacidad motriz como las que circulan con sillas de ruedas, bastones y andadores. Luego la sensorial, referida a los sentidos, como la vista, también tiene una respuesta a nivel arquitectónico, tenés los pictogramas, la letrería, etc. Para las personas no videntes, por ejemplo, existen las baldosas podotáctiles. Por último lugar está la discapacidad cognitiva, la idea es hacer la facilitación evitando que la persona haga complejos procesos cognitivos para entender el edificio o el elemento en donde está.

Accesibilidad y David

José Inglant

 

Si hablamos de este ejemplo del emplazamiento del David, estamos proyectando un plano con una letrería escrita en castellano y en braille, que permita identificar una posición espacial que logra especificar dónde está el Domo, donde está el David, como punto de orientación. Ese mapa háptico que estamos realizando sería una carta de presentación del complejo, orientado que lo puedan percibir las personas que no ven, al ser háptico que le da la posibilidad de utilizar el tacto, se va a poder orientar, va a tener inscripciones en braille
que nos van a describir cuáles son los distintos elementos del complejo y va a tener inscripciones como para que cualquier persona lo vea y se identifique inmediatamente, van a estar registradas las salidas de emergencia, dónde están los sanitarios, donde están los servicios, las calles principales que los rodean, el río que es un límite muy contundente, muy descriptivo.

 

Esa combinación -junto a Marcos- que es precisamente el emplazamiento de los ejes, de los puntos de observación que son rigurosos para una obra de este calibre. Directamente ideadas por Miguel Ángel en ese momento, cómo el público tenía que apreciar esa obra. Y hoy, Marcos, la verdad con un trabajo increíble. Si bien el David se luce por sí mismo, hay que ayudar a todo el entorno que se disponga a esa apreciación. A mí la obra de Miguel Ángel me parece fantástica, para analizar, mirando hacia el oeste, en dirección a la ciudad. La cuestión es que la forma, la escultura de Miguel Ángel, la forma en que le pega la luz,
cómo se definen los músculos, las sombras sobre él mismo, es una genialidad.
Así es entonces como un día Marcos se comunica conmigo y me dice vamos a ver cómo podemos hacer para atravesarlo con la accesibilidad a este tema. Es una obra que de ninguna manera puede dejar de ser inclusiva, estamos hablando de arte universal,
así que no podemos permitir que personas con discapacidad no puedan ejercer su derecho de apreciar una obra de este tipo.

¿Cuáles son tus percepciones sobre el emplazamiento y la obra?

José Inglant

 

Creo que no hay otro lugar, no habría otro lugar como este, como el Domo. Creo que es inmejorable la ubicación, peatonalmente me va a dar la posibilidad de un recorrido completo, libre. Este lugar, esta plaza, te ofrece un lugar como para recorrer en 360 grados a la obra. Un lugar para estar, para permanecer, quiero decir que no van a haber inconvenientes con respecto a una estadía larga para quien lo desee. Una estancia para contemplar la obra. Con respecto al David en sí solo puedo decir que es un emblema de la escultura universal, se va a transformar en la matriz de todas las esculturas que tiene Resistencia, que es un museo a cielo abierto.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

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07 de octubre, 2023 | Capítulo 30.8

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Tanto José como Marcos son arquitectos y forman parte del equipo que la Fundación Urunday eligió para rodear al David. José Inglant es arquitecto egresado de la UNNE, profesor en Docencia Superior/Disciplinas Industriales de la UTN como también Consultor en Accesibilidad Universal – Universidad Internacional de Catalunya. Marcos Scotta, también egresado en UNNE, como arquitecto, es coordinador institucional en el IPDUV, Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda.

 

Los planos, la cartografía, el acceso, fueron temas que se abordaron en conversación con los arquitectos. La posibilidad de rodear al David desde una perspectiva didáctica como también permitir la accesibilidad a personas con discapacidades diferentes, intentando lograr así una unión vinculada a la democratización del arte en nuestra ciudad.

 

 

¿Cómo fueron los primeros momentos?

En diálogo con el arquitecto Marcos Scotta

 

El primer gran asombro dentro del Estudio Trazzo -estudio de arquitectura, diseño y paisajismo que tenemos con la arquitecta Analía Carrizo-, fue la llamada de Josese y Mimo Eidman. Ambos nos convocaron a tener una reunión para comentarnos sobre un trabajo que hacer. En la misma, me contaron toda la historia, desde la gestión de Fabriciano hasta los planes de concreción que implicaba traer un calco del David a Resistencia. Lo que teníamos que hacer era ubicarlo, hacer la base, ahí comenzó la gestión. Ya acostumbrados a la pasión con que trabajaba Fabriciano y su indudable determinación para concretar ideas; si bien no había recursos económicos para hacer algo más, ya era un desafío ubicarlo así que comenzamos a trabajar.

 

En el estudio planteé lo que teníamos que hacer: diseñar en el lugar, una base para el David, dónde estaría ubicado. Sabíamos que eso sería entre la Galería de Acceso y el Domo, un espacio de 1600 metros cuadrados. Cómo iba a ser un espacio solo para él, pensé que merecía algo más interesante, digamos, un espacio más amplio. Ahí fue cuando empezamos a trabajar en equipo, a buscar antecedentes. Pensamos
hasta en una suerte de cinta que recorría y envolvía y que llegaba hasta la altura
de la cabeza del calco, cosas así. Fue una fuente increíble de inspiración que se tratase de un proyecto que involucre al David de Miguel Ángel, siempre con mucho
hincapié en que sea accesible para todos. Como quería Fabriciano realmente, que llegue a nuestro pueblo y que todos lo disfrutemos, eso fue más o menos el motor.

¿Qué ideas surgieron?

Marcos Scotta y la arquitecta Analía Carrizo

 

Luego de varias reuniones en la FU comenzamos a tener las primeras ideas, hicimos tres o cuatro alternativas de una suerte de plazoleta, pensamos en cómo trasladamos una obra de Italia a Resistencia, cómo logramos esa relación entre una obra renacentista y el trazado de Resistencia, y concluimos en que mucho tenían que ver entre sí. Fue nuestra conclusión porque es una ciudad que tiene un gran espacio central, la plaza, que alrededor se generan los edificios principales, que tiene grandes espacios verdes con avenida, ese trazado en damero, digamos, tiene mucho de esa época renacentista.

 

El David fue la primera obra que se pudo recorrer en movimiento, fue la primera que se pudo visualizar a 360 grados. Antes no se la podía recorrer, se la veía solo de frente. También analizamos el escorzo: es la exageración de ciertos rasgos, digamos, la mirada así como contrapicada, que al exagerar ciertos rasgos es como que te da la idea de que se está moviendo. Por ejemplo, cuando uno saca una foto y la mano que está al frente se ve más grande en la cámara, entonces es más realista. Esto nos llevaba a pensar que teníamos que tener no solo uno, sino varios puntos de vista entonces generamos en el plano otro círculo, como una segunda circunferencia, que permitía ya permanecer, no tanto circular solamente, sino poder estar con estares, con el equipamiento urbano, que se pueda sentar y contemplar la obra.

 

La obra tiene demasiados detalles, entonces decidimos aprovechar la luz del día, tratamos de girar la obra más o menos en función también de nuestro recorrido del sol, de sus orientaciones. Ese espacio central que en una primera propuesta fue cuadrado, después terminó en círculo porque lo entendemos como la plaza central, necesitamos circular. Un poco surgió de la inspiración de la plaza y las cuatro avenidas que son como dos ejes que quizás estén iluminadas con alguna pintura fotoluminiscente, con la idea de que se marquen esos dos ejes que serían como 9 de julio, 25 de mayo, Sarmiento y Alberdi.
Y los estares serían ya como la ciudad que se va desplegando alrededor. Es muy especial trabajar para este proyecto ya que nosotros como arquitectos estamos acostumbrados que nos contraten para hacer obras si bien hicimos desde parque, crematorio, comercio, decoración en el interior, en este caso se trata de una escultura y a partir de la escultura generar el emplazamiento y trasladarla acá, es un gran desafío.

 

El chaqueño está acostumbrado a convivir con las obras, el calco del David es otra forma de obra, más grande y conlleva un emplazamiento sobre plinto, durante todo el proyecto respetemos la forma en que está concebida. La gente se va a arrimar, va a tocar la base o se va a sentar a tomar un mate y contemplarla, porque como diría Fabriciano, me encanta que pase eso, que la gente conviva con formas utilitarias que son diseñadas para la ciudad y su gente, que se haga uso de esos espacios. Respecto al equipamiento urbano planteamos que no se trate de un banco común, sino que también sea una suerte de formas utilitarias, que tengan cierta belleza.

 

Además del agregado de lo que significa el David, la lucha del más débil contra el gigante, me parece un momento espectacular para que llegue a nuestro Chaco tan golpeado, a la Argentina una obra tan emblemática.

Estudio Trazzo, su coralidad

 

En el estudio somos como una familia de arquitectos y proyectos de arquitectos: Los directores a cargo Arq. Marcos Scotta y Arq. Analia Carrizo. Proyectistas: Paula Scotta, Marcos D. Scotta, Micaela Feldmann, Pedro Jeraldo, Facundo R. Zacarias y Elisa Ayala Alvaredo. Gestiones: Arq. Diego Gimenez. Asesor: Arq. Enrique Graffunder. A su vez, un montón de chicos profesionales y estudiantes de arquitectura pasan por Estudio Trazzo, participan de proyectos fijos y otros son contratados para proyectos más específicos. Para el emplazamiento del David cada integrante del equipo profundizó en una arista del proyecto: Pedro hizo toda la parte de documentación, Paula trabajó mucho en el diseño, Facundo hizo sus aportes también. Siempre tratamos de hacer una puesta en común, hacemos ruedas, nos sentamos, charlamos y lo ponemos en la pantalla grande, incluso con otros colegas que nos hacen sus aportes.
Como tanto Analía, como yo somos profesores de la Universidad, el espacio está siempre abierto a estudiantes que quieren aprender, muchas veces realizan sus pasantías acá o vienen a visitar y pedir información. Nosotros aprendemos mucho de ellos también.
El espacio está signado por la base del respeto y la generación de ideas se da ya que manejamos todos los mismos cánones, sobre todo, respeto a la naturaleza, respeto a las tradiciones y a lo cultural. Por ahí somos medio transgresores con las reglas existentes, esa es más o menos la idea del estudio.

 

Hoy cuesta mucho que trabajen en equipo, que el aparatito este (celular) nos volvió muy
individualista, discutimos cómo todo, porque hay que ponerse de acuerdo, pero que no aprendan a ceder y a aceptar y que tenemos que unificar y que no es ni blanco ni negro, sino que hay un montón de gama de grises y que por alguno de esos grises quedamos.

Transdisciplinariedad en el David

 

Tener la posibilidad de trabajar con tantas personas de tan variadas disciplinas es muy rico, tanta gente que con su técnica puso un granito de arena para que esto siga surgiendo. Hacer un proyecto seguro, de semejante altura, testigo de nuestro clima, es realmente es un buen desafío. Es una experiencia que no lo vamos a olvidar nunca, es un antes y un después esta experiencia.
Personalmente creo que el David va a generar el efecto Guggenheim. El mismo consiste en la experiencia de Bilbao, España su alcalde, cuando la ciudad estaba en decadencia, contrató a un arquitecto para hacer un museo. Quería que la ciudad cambie y a partir de ahí la ciudad empezó a crecer. Tanto un museo como una obra trascendental como es David,
trae cambios, y me parece que esto bien tomado desde lo cultural más que desde
lo político, con buenas políticas, me parece que posibilita y es la esperanza que
traiga turismo al Chaco.

¿Cómo definirías tu rol en el proyecto?

José Inglant

 

Mi profesión es arquitecto y trabajo en el Ministerio de Educación. Soy director de un área que se llama verificación de edificios escolares. Por una vinculación laboral, esta dirección es la que hace la habilitación de este tipo de instituciones. Es muy específico y, dentro de la arquitectura, la accesibilidad es una disciplina especial: la accesibilidad que puede tener un objeto, un medio o un sistema, es una condición que hace que se incluya a las personas con discapacidad para poder evitar lo que se llaman las barreras que las limitan, se entiende que la persona con discapacidad encuentra las limitaciones en el entorno, no en sí mismo.

 

Nuestra función como arquitectos trabajando para la accesibilidad es justamente eliminar esas barreras, fortalecer la inclusión. La forma más sencilla de verlo es con las rampas, los sanitarios adaptados, eso es lo que más se ve, pero la accesibilidad va más allá. Puedo llegar a hacer una discriminación positiva por supuesto, establecer bien que es la accesibilidad y sus diferentes aristas: la motora, por ejemplo, que refiere a las facilitaciones para las personas que tienen discapacidad motriz como las que circulan con sillas de ruedas, bastones y andadores. Luego la sensorial, referida a los sentidos, como la vista, también tiene una respuesta a nivel arquitectónico, tenés los pictogramas, la letrería, etc. Para las personas no videntes, por ejemplo, existen las baldosas podotáctiles. Por último lugar está la discapacidad cognitiva, la idea es hacer la facilitación evitando que la persona haga complejos procesos cognitivos para entender el edificio o el elemento en donde está.

Accesibilidad y David

José Inglant

 

Si hablamos de este ejemplo del emplazamiento del David, estamos proyectando un plano con una letrería escrita en castellano y en braille, que permita identificar una posición espacial que logra especificar dónde está el Domo, donde está el David, como punto de orientación. Ese mapa háptico que estamos realizando sería una carta de presentación del complejo, orientado que lo puedan percibir las personas que no ven, al ser háptico que le da la posibilidad de utilizar el tacto, se va a poder orientar, va a tener inscripciones en braille
que nos van a describir cuáles son los distintos elementos del complejo y va a tener inscripciones como para que cualquier persona lo vea y se identifique inmediatamente, van a estar registradas las salidas de emergencia, dónde están los sanitarios, donde están los servicios, las calles principales que los rodean, el río que es un límite muy contundente, muy descriptivo.

 

Esa combinación -junto a Marcos- que es precisamente el emplazamiento de los ejes, de los puntos de observación que son rigurosos para una obra de este calibre. Directamente ideadas por Miguel Ángel en ese momento, cómo el público tenía que apreciar esa obra. Y hoy, Marcos, la verdad con un trabajo increíble. Si bien el David se luce por sí mismo, hay que ayudar a todo el entorno que se disponga a esa apreciación. A mí la obra de Miguel Ángel me parece fantástica, para analizar, mirando hacia el oeste, en dirección a la ciudad. La cuestión es que la forma, la escultura de Miguel Ángel, la forma en que le pega la luz,
cómo se definen los músculos, las sombras sobre él mismo, es una genialidad.
Así es entonces como un día Marcos se comunica conmigo y me dice vamos a ver cómo podemos hacer para atravesarlo con la accesibilidad a este tema. Es una obra que de ninguna manera puede dejar de ser inclusiva, estamos hablando de arte universal,
así que no podemos permitir que personas con discapacidad no puedan ejercer su derecho de apreciar una obra de este tipo.

¿Cuáles son tus percepciones sobre el emplazamiento y la obra?

José Inglant

 

Creo que no hay otro lugar, no habría otro lugar como este, como el Domo. Creo que es inmejorable la ubicación, peatonalmente me va a dar la posibilidad de un recorrido completo, libre. Este lugar, esta plaza, te ofrece un lugar como para recorrer en 360 grados a la obra. Un lugar para estar, para permanecer, quiero decir que no van a haber inconvenientes con respecto a una estadía larga para quien lo desee. Una estancia para contemplar la obra. Con respecto al David en sí solo puedo decir que es un emblema de la escultura universal, se va a transformar en la matriz de todas las esculturas que tiene Resistencia, que es un museo a cielo abierto.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

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