El observador mágico: por Rubén Betbeder

30 de junio, 2023 | Capítulo 30.2

Una multitud tímida se arrima a una mesa redonda cubierta de un mantel negro que contiene sobre si diversas comidas autóctonas del nordeste argentino (chipás rellenos, tostadas con pacú, tostadas con queso y paté de pacú, postres con membrillo y queso). Un poco se codean, un poco se sonríen; gente de gala, académicos, estudiantes, técnicos y camarógrafos, ministros nacionales y provinciales, mozos y chefs, escultores y profesores, todos en la misma terraza, la del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, Argentina. Arrimándose uno al ventanal ve, en un extremo derecho, Casa Rosada, Plaza de Mayo y la calle Balcarce vacía, helada y azul. De traje azul y camisa blanca, un hombre alto, de porte y cara recia, se me acerca y me da un fuerte apretón de manos; accedo y se lo devuelvo. No lo reconozco, pero él sí a mí. Hola, me dice. Hola, respondo. Es Rubén Betbeder y es mucho más alto que yo.

 

Betbeder es gestor y productor cultural. Entre 1985 y 1999 fue marchand y propietario de la galería de arte Betbeder Espacio de Arte en la Ciudad de Tandil. Entre 1999 y 2004 fue Director de Cultura y Educación de la Municipalidad de Tandil, Provincia de Buenos Aires. Fue Presidente de la Red Cultural MERCOSUR (RCM) desde el año 2004 hasta el 2006, y de 2006 a 2008 Coordinador Nacional por Argentina para la RCM. Se ha desempeñado como jurado en numerosos salones nacionales y provinciales de pintura, grabado, escultura y fotografía y como curador en diversos proyectos y muestras. Entre el 2004 y el 2009 fue Director de Artes Visuales y Director del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Petorutti, perteneciente al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Desde 2009 al 2010 fue Asesor de Presidencia del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Ex Director del Grupo Babel Arte, donde se ocupaba de desarrollar proyectos culturales, muestras itinerantes, estando a cargo de la organización de exposiciones, curaduría, investigación y publicación de catálogos y libros.
Desde 2013 a la actualidad es Director Ejecutivo del Museo Ernesto de la Cárcova de la Universidad Nacional de las Artes. (Arteinformado, 2023)

 

Le pude dar pies y manos. Le di una estatura, una voz clara, sin micrófonos. Quince días atrás nos habíamos visto, en un Meet de Google. En una imagen que implicaba verlo del cuello hacía arriba, dentro de las posibilidades que nos entrega la modernidad, dialogamos sobre Miguel Angel, y su David, y el calco chaqueño.

 

El intercambio entre él y Fabriciano con motivo del calco chaqueño del David inició el cinco de marzo de dos mil veinte.

 

–Me llamó diciéndome que venía a Buenos Aires y que tenía mucho interés en hablar conmigo. Yo no le pregunté de qué se trataba la conversación, le dije sí Fabriciano, encantado, con muchísimo gusto.

Modos de hacer

 

Con claridad Betbeder expone: No había razón para negarse. Comenzamos a tener las primeras reuniones y los aspectos técnicos iban a ser de orden tradicional. Desde un primer momento veíamos la viabilidad del proceso, hasta que descubrí la intervención que debía hacérsele a la pieza: cargarle seiscientos kilos de resina. Con gesto protector Rubén nos explica los cuidados para preservar la obra y sigue con su relato: Fue ahí cuando le comuniqué a la Fundación Urunday que era un hecho imposible de realizar. Que si ellos accedían a buscar otras opciones, como el 3D, quizás se podría llevar a cabo. Y así fue entonces, la búsqueda colectiva de empresas con quien realizar una copia 3D comenzó cuando apareció en el mapa Dryada Estudio. La particularidad de esta sociedad, explicó Rubén, es que las dueñas son dos escultoras, una de ellas formada precisamente en Arte Visuales de la UNA. Esto garantizaba que las artistas y escultoras manejaran la producción con la minuciosidad que se necesitaba, por lo que el acuerdo se llevó a cabo adjuntando los dotes para acompañar el proyecto junto a cinco personas trabajando en él.

 

–Entendíamos que había otra visión, otra mirada y tal vez hasta otra propuesta, y así unir la sensibilidad artística con la tecnología. Esto se terminó confirmando cuando la empresa nos comunicó que disponían de tecnología que superaba aquella que se había utilizado en Florencia (para la primera copia en 3D del David de Miguel Angel).

En diálogo

 

El primer conversatorio que tuvo la sociedad con el David fue en Florencia, en el año 1504 y duró siglos. El emplazamiento final de la obra tuvo lugar en la Piazza della Signoria. Allí comenzó una historia que le pertenece a la civilización entera. Años transcurrieron en los que la pieza fue testigo de debacles políticas, rebeliones sociales; fue apedreado, cercenado, pero también fue enaltecido en relación con su espacio: es testigo eterno de la historia de la humanidad. Nuestro David, el calco, en palabra de Ruben Betbeder también va a tener un diálogo fluido, una instancia de comunicación sin igual:

 

–Siento que el diálogo que va a tener David va a ser maravilloso porque creo que va a estar como en su casa, en el sentido de que va a tener la compañía de cientos de esculturas, de cientos de expresiones artísticas y de cientos de miradas diferentes. De cómo un artista transforma una chapa, un mármol, un granito… Va a ser un lugar excepcional. Además la Fundación tiene ese espacio maravilloso, ese predio que junto con todas las demás esculturas donde va a estar expuesto el David, creo que no solo va a quedar bien, sino que va a estar ahí como un personaje mágico. Observando al público y observando a sus colegas contemporáneos. Va a ser un acierto muy fuerte para Resistencia, transformándose en un hito.

 

Así fué como se despidió Rubén, atribuyéndole un futuro muy promiso a esta figura emblemática del arte universal.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

Últimos Capítulos

El observador mágico: por Rubén Betbeder

30 de junio, 2023 | Capítulo 30.2

Una multitud tímida se arrima a una mesa redonda cubierta de un mantel negro que contiene sobre si diversas comidas autóctonas del nordeste argentino (chipás rellenos, tostadas con pacú, tostadas con queso y paté de pacú, postres con membrillo y queso). Un poco se codean, un poco se sonríen; gente de gala, académicos, estudiantes, técnicos y camarógrafos, ministros nacionales y provinciales, mozos y chefs, escultores y profesores, todos en la misma terraza, la del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, Argentina. Arrimándose uno al ventanal ve, en un extremo derecho, Casa Rosada, Plaza de Mayo y la calle Balcarce vacía, helada y azul. De traje azul y camisa blanca, un hombre alto, de porte y cara recia, se me acerca y me da un fuerte apretón de manos; accedo y se lo devuelvo. No lo reconozco, pero él sí a mí. Hola, me dice. Hola, respondo. Es Rubén Betbeder y es mucho más alto que yo.

 

Betbeder es gestor y productor cultural. Entre 1985 y 1999 fue marchand y propietario de la galería de arte Betbeder Espacio de Arte en la Ciudad de Tandil. Entre 1999 y 2004 fue Director de Cultura y Educación de la Municipalidad de Tandil, Provincia de Buenos Aires. Fue Presidente de la Red Cultural MERCOSUR (RCM) desde el año 2004 hasta el 2006, y de 2006 a 2008 Coordinador Nacional por Argentina para la RCM. Se ha desempeñado como jurado en numerosos salones nacionales y provinciales de pintura, grabado, escultura y fotografía y como curador en diversos proyectos y muestras. Entre el 2004 y el 2009 fue Director de Artes Visuales y Director del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Petorutti, perteneciente al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Desde 2009 al 2010 fue Asesor de Presidencia del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Ex Director del Grupo Babel Arte, donde se ocupaba de desarrollar proyectos culturales, muestras itinerantes, estando a cargo de la organización de exposiciones, curaduría, investigación y publicación de catálogos y libros.
Desde 2013 a la actualidad es Director Ejecutivo del Museo Ernesto de la Cárcova de la Universidad Nacional de las Artes. (Arteinformado, 2023)

 

Le pude dar pies y manos. Le di una estatura, una voz clara, sin micrófonos. Quince días atrás nos habíamos visto, en un Meet de Google. En una imagen que implicaba verlo del cuello hacía arriba, dentro de las posibilidades que nos entrega la modernidad, dialogamos sobre Miguel Angel, y su David, y el calco chaqueño.

 

El intercambio entre él y Fabriciano con motivo del calco chaqueño del David inició el cinco de marzo de dos mil veinte.

 

–Me llamó diciéndome que venía a Buenos Aires y que tenía mucho interés en hablar conmigo. Yo no le pregunté de qué se trataba la conversación, le dije sí Fabriciano, encantado, con muchísimo gusto.

Modos de hacer

 

Con claridad Betbeder expone: No había razón para negarse. Comenzamos a tener las primeras reuniones y los aspectos técnicos iban a ser de orden tradicional. Desde un primer momento veíamos la viabilidad del proceso, hasta que descubrí la intervención que debía hacérsele a la pieza: cargarle seiscientos kilos de resina. Con gesto protector Rubén nos explica los cuidados para preservar la obra y sigue con su relato: Fue ahí cuando le comuniqué a la Fundación Urunday que era un hecho imposible de realizar. Que si ellos accedían a buscar otras opciones, como el 3D, quizás se podría llevar a cabo. Y así fue entonces, la búsqueda colectiva de empresas con quien realizar una copia 3D comenzó cuando apareció en el mapa Dryada Estudio. La particularidad de esta sociedad, explicó Rubén, es que las dueñas son dos escultoras, una de ellas formada precisamente en Arte Visuales de la UNA. Esto garantizaba que las artistas y escultoras manejaran la producción con la minuciosidad que se necesitaba, por lo que el acuerdo se llevó a cabo adjuntando los dotes para acompañar el proyecto junto a cinco personas trabajando en él.

 

–Entendíamos que había otra visión, otra mirada y tal vez hasta otra propuesta, y así unir la sensibilidad artística con la tecnología. Esto se terminó confirmando cuando la empresa nos comunicó que disponían de tecnología que superaba aquella que se había utilizado en Florencia (para la primera copia en 3D del David de Miguel Angel).

En diálogo

 

El primer conversatorio que tuvo la sociedad con el David fue en Florencia, en el año 1504 y duró siglos. El emplazamiento final de la obra tuvo lugar en la Piazza della Signoria. Allí comenzó una historia que le pertenece a la civilización entera. Años transcurrieron en los que la pieza fue testigo de debacles políticas, rebeliones sociales; fue apedreado, cercenado, pero también fue enaltecido en relación con su espacio: es testigo eterno de la historia de la humanidad. Nuestro David, el calco, en palabra de Ruben Betbeder también va a tener un diálogo fluido, una instancia de comunicación sin igual:

 

–Siento que el diálogo que va a tener David va a ser maravilloso porque creo que va a estar como en su casa, en el sentido de que va a tener la compañía de cientos de esculturas, de cientos de expresiones artísticas y de cientos de miradas diferentes. De cómo un artista transforma una chapa, un mármol, un granito… Va a ser un lugar excepcional. Además la Fundación tiene ese espacio maravilloso, ese predio que junto con todas las demás esculturas donde va a estar expuesto el David, creo que no solo va a quedar bien, sino que va a estar ahí como un personaje mágico. Observando al público y observando a sus colegas contemporáneos. Va a ser un acierto muy fuerte para Resistencia, transformándose en un hito.

 

Así fué como se despidió Rubén, atribuyéndole un futuro muy promiso a esta figura emblemática del arte universal.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

Últimos Capítulos