Cimentar una ciudad. Mimo Eidman.

01 de septiembre, 2023 | Capítulo 30.6

A lo largo de cinco ediciones, cinco encuentros y conversaciones, la Fundación Urunday continua estableciendo una relación dialógica entre los protagonistas que posibilitaron la llegada del calco del David. En ésta sexta edición, partiendo desde el seno íntimo de la F.U, conversamos con Mimo Eidman, escultora argentina y directiva de la Fundación Urunday.

 

Mimo es escultora argentina y arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura de la UNNE. Nació en Buenos Aires y desde 1963 reside en Resistencia, Chaco. Trabaja en el mundo escultórico, por hacer del arte un bien de todos, hace más de 40 años mientras, en forma simultánea, estudió técnicas escultóricas en el taller de su maestro y amigo Fabriciano. Desde 1984 recibe importantes premios y realiza muestras colectivas e individuales en museos, salones y concursos del país y del exterior. Poseen sus obras colecciones privadas y públicas, nacionales y extranjeras como así también, obras de gran tamaño en museos al aire libre. Una de sus obras emblemáticas “Cuando Cantaba el Noviké” (2014) realizada en hierro, es un icono de nuestra ciudad, está emplazada en la intersección de Av. Sarmiento y Ruta Nicolás Avellaneda y recibe a toda persona que ingrese a nuestra ciudad Resistencia, Chaco.

 

Actualmente se desempeña como Directora Ejecutiva de la Bienal Internacional de Escultura – Resistencia, Chaco, Argentina.

 

Conversar con Mimo Eidman se asemeja al diálogo con un grande, alguien que es parte protagónica de la historia y del quehacer de nuestra provincia. Con la atención y la precisión que la destacan y, en el marco de la presentación del calco del David en la Fundación Urunday, establecimos una comunicación con ella pero también escuchamos sus sentidas palabras de bienvenida a la tan esperada obra por todos los resistencianos.

 

Una escultura en diálogo

 

Es un honor saber que el David acompañará a las esculturas de nuestra ciudad en el camino de la cimentación de la identidad. Realmente es un privilegio que lo podamos tener con nosotros ya que este tipo de fenómenos culturales transforman las estructuras sociales. Sabemos que su presencia va a producir un gran impacto positivo en muchos sentidos. Esto tiene un valor multiplicado si cada uno de los sectores de la comunidad se ve beneficiado de alguna manera.

 

La necesidad de un emplazamiento

 

Si fuera gobierno prepararía, desde todos los ángulos, a la gente, a la ciudad y a la provincia para recibirlo, creando la infraestrucctura necesaria para aprovechar su presencia en toda su magnitud. Enfocarse en los educadores, en el sitio que lo va a recibir, en su entorno inmediato, en lugares de alojamiento y de comidas, porque el fenómeno que se produce en la bienal se multiplicará indiscutiblemente. Difundirlo en los países limítrofes es una tarea que también debería estar ocupándonos. ¿Estamos realmente preparados?

 

Fabriciano, un mentor

 

Por otro lado me pregunto: ¿quién era verdaderamente Fabriciano? Porque aún despues de su último viaje, que será eterno, habemos un grupo de “amigos que somos familia” dispuestos y convencidos a cumplir todos sus sueños. Su muletilla era: “Yo no soy inteligente, soy intuitivo, pero tengo gente que me quiere y piensa por mí” En las habituales charlas, casi siempre le decía: “sos un encantador de serpientes” y lo decía porque él tenía un gran poder de convicción. La generosidad, el bien común, la perseverancia, hasta diría el capricho, el altruismo, la gran pasión puesta de manifiesto en cada una de sus actividades, el arraigado sentido de no dejar pasar las oportunidades, el prohibir pensar en la palabra “imposible” y lo más convincente: su ejemplo. Nos convenció de que hay un mundo maravilloso por descubrir y que tenemos la obligación de hacerlo. Nosotros, conociendolo, aceptamos de antemano ser convencidos.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

Editor: Marcelo Nieto

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Cimentar una ciudad. Mimo Eidman.

01 de septiembre, 2023 | Capítulo 30.6

A lo largo de cinco ediciones, cinco encuentros y conversaciones, la Fundación Urunday continua estableciendo una relación dialógica entre los protagonistas que posibilitaron la llegada del calco del David. En ésta sexta edición, partiendo desde el seno íntimo de la F.U, conversamos con Mimo Eidman, escultora argentina y directiva de la Fundación Urunday.

 

Mimo es escultora argentina y arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura de la UNNE. Nació en Buenos Aires y desde 1963 reside en Resistencia, Chaco. Trabaja en el mundo escultórico, por hacer del arte un bien de todos, hace más de 40 años mientras, en forma simultánea, estudió técnicas escultóricas en el taller de su maestro y amigo Fabriciano. Desde 1984 recibe importantes premios y realiza muestras colectivas e individuales en museos, salones y concursos del país y del exterior. Poseen sus obras colecciones privadas y públicas, nacionales y extranjeras como así también, obras de gran tamaño en museos al aire libre. Una de sus obras emblemáticas “Cuando Cantaba el Noviké” (2014) realizada en hierro, es un icono de nuestra ciudad, está emplazada en la intersección de Av. Sarmiento y Ruta Nicolás Avellaneda y recibe a toda persona que ingrese a nuestra ciudad Resistencia, Chaco.

 

Actualmente se desempeña como Directora Ejecutiva de la Bienal Internacional de Escultura – Resistencia, Chaco, Argentina.

 

Conversar con Mimo Eidman se asemeja al diálogo con un grande, alguien que es parte protagónica de la historia y del quehacer de nuestra provincia. Con la atención y la precisión que la destacan y, en el marco de la presentación del calco del David en la Fundación Urunday, establecimos una comunicación con ella pero también escuchamos sus sentidas palabras de bienvenida a la tan esperada obra por todos los resistencianos.

 

Una escultura en diálogo

 

Es un honor saber que el David acompañará a las esculturas de nuestra ciudad en el camino de la cimentación de la identidad. Realmente es un privilegio que lo podamos tener con nosotros ya que este tipo de fenómenos culturales transforman las estructuras sociales. Sabemos que su presencia va a producir un gran impacto positivo en muchos sentidos. Esto tiene un valor multiplicado si cada uno de los sectores de la comunidad se ve beneficiado de alguna manera.

 

La necesidad de un emplazamiento

 

Si fuera gobierno prepararía, desde todos los ángulos, a la gente, a la ciudad y a la provincia para recibirlo, creando la infraestrucctura necesaria para aprovechar su presencia en toda su magnitud. Enfocarse en los educadores, en el sitio que lo va a recibir, en su entorno inmediato, en lugares de alojamiento y de comidas, porque el fenómeno que se produce en la bienal se multiplicará indiscutiblemente. Difundirlo en los países limítrofes es una tarea que también debería estar ocupándonos. ¿Estamos realmente preparados?

 

Fabriciano, un mentor

 

Por otro lado me pregunto: ¿quién era verdaderamente Fabriciano? Porque aún despues de su último viaje, que será eterno, habemos un grupo de “amigos que somos familia” dispuestos y convencidos a cumplir todos sus sueños. Su muletilla era: “Yo no soy inteligente, soy intuitivo, pero tengo gente que me quiere y piensa por mí” En las habituales charlas, casi siempre le decía: “sos un encantador de serpientes” y lo decía porque él tenía un gran poder de convicción. La generosidad, el bien común, la perseverancia, hasta diría el capricho, el altruismo, la gran pasión puesta de manifiesto en cada una de sus actividades, el arraigado sentido de no dejar pasar las oportunidades, el prohibir pensar en la palabra “imposible” y lo más convincente: su ejemplo. Nos convenció de que hay un mundo maravilloso por descubrir y que tenemos la obligación de hacerlo. Nosotros, conociendolo, aceptamos de antemano ser convencidos.

Contenidos: Guido Moro y Virginia Quirelli

Arte: Brian Ariel Dufek

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